Todas las claves para entender la locura Shiba Inu y todas las burlas de los analistas. Acumula una subida del 60.000.000% en el último año
(Bolsamania) Todas las claves para entender la locura Shiba Inu. Con el mercado de las criptomonedas en rojo parte de esta semana, un token ha destacado con contundencia sobre los demás y ha suscitado estupor, euforia y sorpresa a partes iguales en el mercado. Se trata del shiba inu, la criptomoneda ‘meme’ nacida en agosto de 2020 como una mofa del dogecoin, que es a su vez un chiste en sí mismo. Pero, poca broma, acumula una subida del 60.000.000% en el último año, 150% en una semana y deja subidas diarias del 30% y el 40%… Y todo sin dar muestras de agotamiento pese a que este viernes corrige un 15% su estratosférico rally.
El token creado por un individuo anónimo o individuos conocidos como “Ryoshi” (lo que en sí mismo ya es una parodia de Satoshi Nakamoto, entidad creadora del bitcoin), se presentó hace poco más de un año como el “asesino del dogecoin”. Su marca viene del mismo meme, de hecho, y usa la imagen del perro japonés Shiba Inu.
Y parece haber logrado, si no acabar con la cripto favorita de Elon Musk, al menos avanzarla con ganas. El 28 de octubre marcaba un récord en valor de mercado de 45.600 millones de dólares, frente a los 31.600 de su rival, colocándose como la octava moneda por capitalización de mercado, según CoinMarketCap. Pero apenas 24 horas después, caía hasta la décima posición, mientras el dogecoin subía a novena, y veía evaporarse 10.000 millones de dólares de su valor, que han ido a parar a la cripto-meme original, en una rotación de activos de uno a otro token, según los expertos.
No obstante, el auge es innegable y las razones son varias: se han incrementado las plataformas de intercambio queofrecen su comercio; ha lanzado su propia línea de NFT -tokens no fungibles-, conocidos como Shiboshi’s; y cada vez hay más interés y cierto FOMO -fear of missing out- que animan el precio. A lo anterior se añade que el aumento del interés abierto de los futuros en múltiples intercambios, incluyendo OKEx, FTX y Huobi, explica CoinTelegraph.
Aparte de estos motivos más o menos racionales, el mismo fundador de Tesla ha jugado con el precio como tanto le gusta hacer en el mercado de las criptomonedas, a través de su cuenta de Twitter. Hace pocos días publicó una foto de su perro, un cachorro de la raza Shiba Inu, lo que generó gran expectación. Pero después desmontó las alzas al revelar que no posee ningún token SHIB, que es el ticker de esta ‘altcoin’.
Además, “es súper barato (ha marcado máximo histórico en 0,00008845 dólares), a diferencia de los dos grandes, y el espacio minorista se ha amontonado en él en una orgía-meme”, comenta Jeffrey Halley, analista de Oanda. El experto no esconde su burla hacia este fenómeno en un comentario para clientes.
“Hoy he recibido un TikTok (…) en el que había un tipo con una camiseta de fútbol que exhortaba a los espectadores a “aguantar y no vender” sus lindas monedas con foto de perro. Él dice “aguantar”, yo digo “bombear” y “tirar”. Y no me hagas hablar de las monedas (in)estables, que supuestamente se corresponden con los dólares estadounidenses, pero cuyos emisores son increíblemente esquivos a la hora de demostrarlo”, agrega.
No se quedan cortos tampoco los expertos de Rabobank, al explicar los movimientos de este token. “Desgranemos esto, ¿de acuerdo? Una copia de una ‘altcoin’ -es decir, “dinero” electrónico autoimpreso, en una plataforma llena de otros “dineros” autoimpresos- que imita a una altcoin “original” abiertamente autoimpresa como una broma, y que tiene un volumen ridículo en circulación como una doble broma sobre el valor de la escasez, de repente vio su precio dispararse hasta darle una “capitalización de mercado” mayor que la de muchas corporaciones multinacionales”. “Y, al hacerlo, derribó el precio de las criptobromas del ‘establishment'”, agrega.
Y lo peor es que los expertos avisan de que esta enorme volatilidad puede volverse en contra de cientos de inversores incautos, no sin haberles ofrecido una oportunidad bestial de hacer caja, como el caso de un inversor que destaca CoinTelegraph que compró 3.400 dólares de SHIB en agosto. Cuando la ‘altcoin’ tocó máximos ganaría 1.550 millones de dólares.
UN POCO DE HISTORIA
Las monedas meme irrumpieron en la escena a principios de 2021 y ayudaron a poner en marcha el mercado alcista después de que el dogecoin subiera por encima de los 0,01 dólares hasta alcanzar nuevos máximos mientras era promocionada por personajes como el mismo Musk y el magnate Mark Cuban.
Poco después, los clones del dogecoin y otros tokens con temática canina aparecieron para aprovechar la ola de impulso alcista y el SHIB fue uno de los proyectos que rápidamente vio una adopción en la criptocomunidad.
El creador de la moneda describe el shiba inu como “un experimento en la construcción comunitaria espontánea descentralizada”. SHIB se basa en la cadena de bloques Ethereum, que se ha convertido en un punto de referencia para numerosos proyectos simbólicos y una tendencia de alcista de crecimiento conocida como “finanzas descentralizadas”, cuyo objetivo es replicar productos financieros tradicionales como el préstamo y el comercio.
El creador de la criptomoneda afirma no tener ningún token. El shiba Inu tiene un suministro total de 1 cuatrillón, según los datos de CoinGecko. En mayo, Ryoshi envió la mitad del suministro de la moneda al creador de Ethereum, Vitalik Buterin, quien envió 50.000 millones de fichas a un fondo de ayuda de Covid de la India. Buterin luego destruyó la mayoría de sus propiedades y donó el resto a la caridad.