En momentos altos de incertidumbre ¿Deben las emociones dirigir mis inversiones?
Caídas importantes en los indices, aumento en el numero de contagios, empresas solicitando procesos de reorganización y desempleo, son algunos de los titulares noticiosos que dominan el día a día en la actualidad.
El efecto que esto produce en las personas y las decisiones que se tomen en base a esto, nos explica el porque las emociones no deben dirigir mis inversiones.
Cuando el mercado reportaba caídas superiores al 30% en los indices accionarios, rendimientos negativos en fondos de inversión de crecimiento o fondos de pensiones, surge el primer sentimiento que traiciona nuestro objetivo de inversión: La ansiedad
Esta ansiedad por el sufrimiento emocional que le provocaba el desplome de los mercados, de su fondo o del valor de su portafolio; motivo decisiones de venta o liquidación de sus inversiones, incluso en inversiones de largo plazo.
Entenderíamos que en ese momento podrían tomarse la decisión de venta para procurar liquidez para enfrentar la Pandemia, pero sin esa necesidad de liquidación, vender o liquidar por emoción, es sin duda alguna un gran error.
Otra fuerza de las emociones que afectan nuestras inversiones, es el “efecto manada” si estas viendo ventas masivas en activos financieros, existe la tendencia a imitar a la mayoría y vender independientemente de tu realidad particular como inversionista.
De las ventas dirigidas por emociones, pasamos a la siguiente emoción: la de habernos equivocado al vender o, para quien estaba en liquidez, habernos perdido una buena oportunidad de compra.
En el momento en que vemos a los mercados y a los precios de los títulos valores al alza, recuperando en algunos casos los niveles previos a las caídas. Es cuando se genera una nueva carga emocional que retrasa en muchos momentos la decisión de inversión.
Este nuevo sentimiento hace que el inversor, espere una nueva caída del mercado para comprar, que puede producirse pero también puede que no, y que hace el inversionista pretenda ir detrás del mercado y acabar comprando demasiado tarde, cuando los precios ya han corrido mucho.
¿Cómo alejo las emociones de mis inversiones?
Entendiendo que no podemos eliminar nuestras emociones, lo ideal es buscar herramientas que nos ayuden a controlarlas y que no afecten nuestras inversiones.
Lo primero que se recomienda es contar con información útil, relevante que apoye nuestras decisiones de inversión. Es momento de apoyarse en su asesor de inversiones, un tercero que vea de forma mas objetiva y sin el sesgo que te puedan provocar las emociones, tu situación financiera.
El asesor te ayudara a mantenerte dentro de tu plan de inversión. Es precisamente la definición de un plan de inversión el que te permitirá administrar tus inversiones a un nivel superior, apartando la carga emocional y siendo consciente que la volatilidad que vivimos en los últimos meses es una posibilidad vigente en el mercado.
Si desde finales de febrero a la fecha hemos visto caídas hasta del 30% en las diferentes plazas financieras y en las ultimas semanas esos mismos indices han recuperado sus cotizaciones, hasta incluso el indice Nasdaq Composite marco su máximo histórico. Queda claro que las emociones dirigiendo nuestras inversiones, no solamente afectan nuestra salud mental sino que dan un golpe fuerte a nuestra billetera.