¿Por qué está subiendo la bolsa? novedad de este 2023 en sus primeras semanas es el rally que se están marcando las bolsas .
Sin embargo, la lucha contra la inflación aún vigente y la posibilidad de una recesión que se avecina, nos lleva a preguntarnos el porque es posible que se den estas subidas.
Definitivamente, no. La inflación continua siendo la principal preocupación de los Bancos Centrales . Y es por esto que los principales Bancos Centrales (la Fed , el BCE y el BoE (Banco de Inglaterra) continuen con la politica de subir los tipos de interés iniciada el año anterior.
No obstante, parece que lo grueso del trabajo ha quedado definitivamente atrás. Los mejores datos de incremento de los precios de los últimos meses han permitido a los Bancos Centrales reducir el ritmo de subida de los tipos.
Ojo, reducir el incremento, no bajar los tipos. Los datos de IPC siguen muy lejanos de sus cifras objetivos (2%) y tanto Powell como Lagarde han recordado durante sus respectivas reuniones de esta semana que la batalla aún no está ganada y que los tipos deberán seguir subiendo.
En Estados Unidos, no obstante, después del aumento de 25 puntos básicos el pasado miércoles (el menor desde marzo de 2022), los analistas vislumbran en marzo la que quizás podría ser la última subida de tipos de este ciclo antes de ¿una pausa?
Por otro lado, en Europa, donde la política monetaria restrictiva dio comienzo unos meses después que en USA, también se aprecian signos de ralentización de los precios (preocupa la subyacente), si bien en el BCE no las tienen todas consigo respecto a cuántas subidas quedan.
La otra gran interrogante en estos momentos es la recesión. Si bien hace tan solo unos meses se descontaba que la recesión tanto en Europa como en Estados Unidos sería inevitable y altamente dañina en 2023, ahora todo indica que no va a ser para tanto.
En la última reunión del pasado 1 de febrero, Powell afirmó que “continuaba pensando que hay un camino para devolver la inflación al 2% sin causar un daño significante a la economía ni un aumento en el desempleo”. El famoso soft landing (aterrizaje suave) que tanto esperaban los mercados.
En este punto, hay indicadores contrapuestos sobre la economía norteamericana:
Por un lado, el mercado laboral sigue fuerte en el país con una tasa de desempleo del 3,4%, si bien el paro es uno de los indicadores más retardados que hay. Además, los PMIs (Índices de Gestores de Compras), que miden la actividad económica, subieron en enero hasta máximos de los últimos tres meses, aunque aún se encuentran en zonas de contracción.
Por el otro lado, los numerosos despidos en las grandes empresas tecnológicas, así como sus presentaciones de resultados, muestran claros signos de desaceleración económica.
Además, la curva de tipos sigue invertida: el bono a dos años ofrece más rendimiento que el de a diez, lo que históricamente ha derivado siempre en una recesión en los meses posteriores.
Respecto a Europa, los expertos hablan sin tapujos de la posibilidad de que se evite una recesión más que descontada hace tan solo unos pocos meses, en gran parte debido a que, gracias a un invierno suave y un descenso en los precios del gas, no se ha agravado el problema energético.
El crecimiento sigue siendo débil y se espera que continúe siéndolo durante este año (en palabras de la propia Christine Lagarde), pero no se prevén cuantiosos daños en la actividad y el empleo, tal y como se esperaba hace unos meses.
Así, en el último trimestre del año solo Alemania fue la que sufrió un descenso en su PIB. El resto de momento evita la recesión técnica, pero todo hace indicar que tarde o temprano la Eurozona acabará entrando en recesión a lo largo de 2023.
Por su lado, aunque el desempleo en el conjunto de la Zona Euro se encuentra en mínimos históricos (6,5%), Lagarde avisó de que “el desempleo puede subir en los próximos trimestres”.
Pongámonos en contexto: El mercado americano (S&P 500) acumula una subida del 8% desde que comenzó el año, tras un 2022 en el que terminó con un -20%. Por su parte, el Nasdaq lleva un +15% en 2023, el EURO STOXX un +10% y hasta el IBEX otro +10%. ¿A qué se deben estas subidas?
Podríamos pensar que es gracias a que las compañías han presentado unos resultados correspondientes al cuarto trimestre de 2022 bastante positivos, pero la realidad es que… No.
De media, los beneficios de las compañías americanas han sido un 3,8% inferiores a los del mismo periodo del año anterior, lo que pone de manifiesto un claro enfriamiento económico. Algo similar ha ocurrido en las empresas europeas.
Las principales Big Techs (Google, Apple, Amazon, etc.) son las grandes damnificadas de esta nueva coyuntura. Sus números han sorprendido a la baja y sus valoraciones en bolsa lo han recogido con caídas. Todo ello sin olvidar los miles de despidos que se están produciendo en el sector.
Sin embargo, el rally de principios de año comenzó unas semanas antes de hacerse públicos estos resultados. Por lo tanto, hay que buscar su origen en otro lugar.
Y éste no es otro que las perspectivas que ahora mismo tienen los agentes económicos sobre el devenir más inmediato de la economía, y que el mercado recoge de forma inmediata:
En resumen, que las razones de las subidas del mercado durante este comienzo de año las podemos encontrar en el cambio tan drástico que han dado las previsiones y expectativas sobre la economía desde finales del pasado año.
Y es que, si hacemos memoria, hemos pasado de titulares como “La recesión en la Eurozona será más larga y profunda” (El Economista, septiembre de 2022) a “La Eurozona busca pista para un aterrizaje suave” (mismo medio, enero de 2023″). Y similar para USA.
Nos encontramos en un punto en el que los expertos están divididos acerca de lo que puede hacer el mercado en los próximos meses.
Por un lado están aquellos -los optimistas- que creen que hemos dejado definitivamente atrás las malas noticias y las caídas, y que estamos ante el inicio de un nuevo mercado alcista.
Por el otro, están los pesimistas, es decir, aquellos que consideran que estas subidas tan solo son un espejismo y que los malos datos económicos llegarán y con ello volverán a caer los mercados.
Yo, como la bola de cristal no la llevo encima hoy, prefiero quedarme al margen y esperar que sea la realidad de la economía y los mercados la que actúe. En economía se suele decir que la única realidad que tenemos hoy es que no sabemos lo que va a pasar mañana.
Aunque si tengo que dar una opinion, considero que solo hacen falta un par de datos de inflación y actividad malos para retornar a la realidad, que es que a día de hoy todavía contamos con inflaciones muy por encima de las objetivo, tipos de interés reales negativos y con una tarea no finalizada de momento por los Bancos Centrales, más una guerra en Ucrania que parece todavía lejos de llegar a su final.
Por cierto, al margen de los análisis que se describen por aquí, la filosofía de inversión se basa en seguir un plan (con objetivos, perfil de inversion sumados al largo plazo) independientemente de lo que haga el mercado, del dato de inflación y de lo que diga Jerome Powell.
Es bueno estudiar la macro y ver lo que sucede ahí fuera, pero la realidad es que no deberia afectar en absoluto las decisiones de inversión.
Si acaso aprovechar invertir más , cuando el mercado está irracionalmente barato, como el año pasado, pero nada más.
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