No todos los caminos nos llevan a Wall Street

No todos los caminos nos llevan a Wall Street

(Ticotrader) No todos los caminos nos llevan a Wall Street.

La inversión en mercados internacionales en Bolsa, ha sido por mucho tiempo una experiencia exclusiva para un grupo pequeño de nuestra sociedad.

Los avances tecnológicos, la especialización de los intermediarios bursátiles y sus funcionarios; y una mayor demanda de los inversionistas, han permitido lograr que el ahorro del público pueda acceder a una diversificación más adecuada con la incorporación en sus inversiones de opciones de otras latitudes del planeta.

En un mundo cada vez más interconectado, no es casualidad que sean los mismos inversionistas que muestren el deseo de ampliar sus horizontes en materia de inversión. 

Esto sumado a otro fenómeno que surge en redes sociales, donde hay un bombardeo constante de “asesores” o productos auto bautizados con la receta perfecta para invertir en Wall Street, desde el dinero que nace en árboles o gurúsque aseguran rendimientos.

Todas estas ofertas, obviamente sin una adecuada revelación de los riesgos, han acercado o al menos, despertado el interés sobre la posibilidad real de convertir el ahorro en inversión.

Desgraciadamente en muchos casos, ya sea porque los productos ofrecidos no cumplen los requisitos mínimos en transparencia o autorización, las experiencias de los “nuevos” inversionistas no es la mejor. 

Invertir en Bolsa a nivel internacional, no se resuelve en una academia multinivel y muchos menos con el influencer de moda en redes sociales.

La inversión en acciones y en fondos de inversión en el mercado internacional es una realidad a través de los diferentes participantes del mercado en nuestro país, con la debida claridad en cuanto a la asesoría y la definición de un marco de inversión asociado al perfil de cada inversionista.

Es por este motivo que hay que diferenciar entre la ruta “mágica” de las redes sociales a la ruta correcta para poder invertir en el mercado internacional y no sufrir o morir en el intento.

Hay que ser contundente, ni el dinero nace en los árboles, ni existen empresas milagro que te paguen un diez, veinte omás por ciento de forma mensual, ni tampoco existen productos financieros cero riesgos, o gestores de inversión en criptomonedas, forex o piedras preciosas que puedan dar una ruta fácil para conseguir el dinero igualmente de una forma fácil.

Invertir es una tarea que necesita de una combinación menos simplista de factores que nos permitan obtener nuestros objetivos: exige un análisis previo de nosotros como inversores, una diversificación que me ayude a administrar riesgos y conocer realmente en que estoy invirtiendo.

Difícilmente voy a obtener estos criterios en Facebook , Instagram o en grupo de Telegram por nombrar algunas de las redes sociales que se utilizan para “asesorar” o vender productos financieros.

Mención aparte tiene la oferta de productos offshore sin autorización en el país en la figura de asesores externos, una mezcla de fondos de inversión con planes de ahorro en aseguradoras, que se ofrecen evadiendo las leyes locales de oferta publica, y que se aprovechan de la amplitud de opciones en el mercado internacional para presentarse como opción real de inversión. Con incumplimientos básicos en términos de publicidad y manejo del riesgo, pululan los planes de inversión domiciliados en países con legislación escasa o nula con la consecuente exposición del dinero de los inversionistas.

Una oferta persistente y con expectativas de rendimientos altos, es la receta de los promotores de estas pólizas- plan de ahorros, dejando de lado la letra pequeña de producto estrella, las obligaciones del cliente o las deducciones sino se cumplen; esto sumado a que cualquier diferencia tendrá que resolverse en el territorio offshore de turno y sus leyes. Razones por demás suficientes para evitar este tipo de ofertas, que tampoco permiten acceder al mercado internacional sin el adecuado manejo en términos regulatorios.

No hay ninguna duda, en definitiva, no todos los caminos te llevan a Wall Street; pero si es necesario transitar la ruta correcta, la ruta que nos ayude a conseguir un manejo adecuado de nuestro dinero, uno que nos permita invertir profesionalmente, sin exponernos a productos o inversiones alejadas al perfil o que atenten con nuestras metas de inversión.

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