Inversión sostenible y de impacto: un movimiento, no un momento; una alternativa de inversión en tiempo de Covid.
En un contexto de creciente interés de los inversores en cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), se traduce en inversiones sostenibles superando a sus pares convencionales.
Ha llegado el punto de inflexión. Lo que originalmente parecía un momento o moda nos ubica en un movimiento fuerte, una tendencia soportada por los datos.
Inversiones en fondos de inversión sostenibles en 2019 se cuadriplicaron en comparación con el año anterior, totalizando 21.000 millones de dólares, según Morningstar.
Incluso a medida que los mercados de valores se volvieron negativos en el primer trimestre de este año, esa tendencia se aceleró: Más de $ 10 mil millones fluyeron a fondos de inversión sostenibles entre enero y finales de marzo de 2020.
Y a medida que los mercados de valores cambiaron de rumbo, registrando el mejor trimestre desde 1999 en los tres meses hasta junio: los fondos de inversión sostenibles continuaron atrayendo nuevo capital, una vez más con flujos superiores a $ 10 mil millones.
Es cierto que no todos los flujos son iguales: Los fondos pasivos todavía representan alrededor de un tercio del universo de fondos de inversión sostenibles, pero constituyen casi el 60% de los flujos netos en 2019, superando a los fondos activos por tercer año consecutivo y el 78% de los flujos del año hasta la fecha (YTD) a medida que los fondos cotizados continúan ganando terreno.
Estrategias de fondos de inversión orientados al clima, se han beneficiado de un enfoque renovado en la amenaza que los riesgos climáticos plantean economía mundial, con el 34% de los flujos hasta la fecha.
Las estrategias de género en los fondos, no han obtenido la misma atención, con el 11% de los flujos hasta la fecha, y el llamado a la justicia racial aún no se ha traducido en números, con pocas estrategias que hagan de la diversidad y la inclusión su mandato principal: un área que estamos buscando para el crecimiento.
El impacto comercial de las corporaciones que adoptan prácticas sostenibles se ha magnificado en el entorno actual.
Vemos empresas con sólidos perfiles de ESG que cumplen rentabilidades resilientes del precio de las acciones, y BofA Global Research descubrió que las empresas con las puntuaciones de ESG inferiores a la media han experimentado mayores revisiones de EPS (utilidad por acción) a la baja este año.
Creemos este es un indicador de que las empresas ESG de alto rendimiento deben estar bien posicionadas para resistir entornos difíciles y para ofrecer un valor mejorado a largo plazo.
Todos estos datos nos confirman que la Inversión sostenible y de impacto: un movimiento, no un momento; y constituye una alternativa de inversión real en tiempo de Covid.
Adaptación del Capital Market Outlook de Merrill Lynch “ Sustainable & Impact Investing—A Movement Not a Moment” escrito por Sarah Norman, Director and Senior Investment Strategy Analyst”