Fitch degrada a Costa Rica a ‘B’

Fitch Ratings ha rebajado la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) a largo plazo de Costa Rica a B,  perspectiva negativa.

Fitch degrada a Costa Rica a ‘B’, reflejando mayores riesgos de estrés financiero a corto plazo debido a déficits fiscales cada vez mayores, un calendario de amortización abrupto y restricciones de endeudamiento, en un contexto de contracción económica causada por los efectos de la pandemia de coronavirus”, detalla la calificadora en su comunicado publicado al final de la tarde de este viernes 8 de mayo.

Las consideraciones están basadas en que la crisis sanitaria ofrece muy poco espacio en términos fiscales, lo que aumenta los riesgos para la sostenibilidad de la deuda posterior a la crisis.

“El gobierno dependerá del desembolso de préstamos multilaterales este año para asegurar el financiamiento del presupuesto. Sin embargo, el acceso incierto al mercado externo junto con un mercado interno de capitales que se ha vuelto costoso en períodos pasados ​​de estrés de liquidez soberana plantea riesgos financieros” señala Fitch.

Los riesgos de la crisis de salud en curso siguen inclinados a la baja, ya que las previsiones de Fitch se basan en un período de tres meses de interrupción económica debido al coronavirus. En el caso de una segunda ola de infecciones y la reimposición de medidas de bloqueo, los resultados económicos y fiscales serían más débiles para 2020 y 2021.

Fitch espera que los ingresos del gobierno disminuyan en más del 3% interanual dada la esperada contracción económica. Las medidas de ingresos anunciadas por el gobierno para mitigar la crisis económica incluyen una moratoria temporal de tres meses sobre los pagos de impuestos y las contribuciones a la seguridad social.

El gobierno planea utilizar préstamos multilaterales de hasta USD 3.175 mil millones (5.2% del PIB) para 2020. Estos incluyen préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Mundial y Central Banco Americano para la Integración Económica (BCIE), todos los cuales aún requieren la aprobación del Congreso, a excepción de un préstamo de USD500 millones de CAF ya desembolsado. Estos también incluyen el Instrumento de Financiamiento Rápido del FMI de USD508 millones para el apoyo a la balanza de pagos, que puede utilizarse para necesidades presupuestarias. Si no se aseguran estos préstamos externos, se generaría una brecha de financiamiento fiscal dados los costos prohibitivos de endeudamiento del mercado externo y el tamaño limitado del mercado interno. Aunque el gobierno continúa colocando deuda en el mercado local, las emisiones recientes fueron a corto plazo.

Las finanzas externas están siendo apoyadas en medio de la crisis global por la mejora de los términos de intercambio y la ausencia de gran capital extranjero en el mercado local, como lo demuestra la ausencia de una depreciación reciente de la moneda. Sin embargo, la dolarización de la cartera de los agentes nacionales podría representar un riesgo, como ha ocurrido en el pasado. La emisión del bono de 1.500 millones de dolares y el acceso a préstamos multilaterales redujeron la demanda de divisas del gobierno en el corto plazo, pero las renovadas restricciones de financiamiento externo podrían aumentar la presión sobre el tipo de cambio, concluye el informe en su explicación por la rebaja crediticia.

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