Netflix prepara una película sobre el fenómeno de GameStop
Ha pasado menos de una semana desde que un grupo de pequeños inversores hizo temblar a Wall Street pero Netflix ya prepara una película que narrará el fenómeno por el que la cotización al alza de acciones de GameStop, una empresa al borde de la quiebra, desbarató los planes de fondos multimillonarios.
Según una exclusiva del diario Deadline, especializado en Hollywood, el gigante de la emisión en continuo ya negocia la posibilidad de producir una película sobre el caso, que estaría protagonizada por el actor Noah Centineo (“A todos los chicos de los que me enamoré”, “Black Adam”) con un guion redactado por Mark Boal.
Además, no sería el único proyecto cinematográfico sobre el acontecimiento, pues los estudios MGM (siglas de Metro-Goldwyn-Mayer) han adquirido los derechos del borrador de un libro sobre GameStop que escribirá Ben Mezrich. Son dos cintas separadas.
Por el momento, Netflix ha declinado hacer comentarios al respecto pero fuentes citadas por Deadline afirman que su intención es que la película explore la manera en que internet ha repartido el poder económico y mediático entre los usuarios, con sus pros y contras.
EL FENÓMENO GAMESTOP Y WALL STREET
La democratización de las operaciones bursátiles por medio de aplicaciones y redes sociales provocó la semana pasada una guerra en Wall Street en la que por primera vez los grandes fondos fueron los derrotados, con 20.000 millones de dólares (16.580 millones de euros) y mucho orgullo perdido en el campo de batalla.
Millones de pequeños inversores organizados en un foro de Reddit elevaron el precio de las acciones de GameStop, que hace menos de un año estaba a 4 dólares, a más de 400 (de 3 euros, a más de 332). Los cines AMC, Nokia y los auriculares Koss fueron otros de sus objetivos que provocaron una sangría en los grandes fondos de inversión.
La estrategia que siguieron fue la de imitar las operaciones de “venta en corto” de grandes “brokers” que apuestan por sacar beneficio de las caídas bursátiles de empresas cuyo modelo de negocio es obsoleto o que pasan por un mal momento.
El fenómeno ha abierto el debate sobre la regulación de la bolsa, algo a lo que hasta ahora se oponían los multimillonarios que controlaban Wall Street.