Diego Maradona muere a los 60 aƱos , Ćcono del fĆŗtbol que llevĆ³ a Argentina a la gloria.
( Bloomberg) Diego Maradona muere a los 60 aƱos. Maradona, posiblemente el mejor jugador de fĆŗtbol de todos los tiempos cuyos salvajes cambios de fortuna llegaron a personificar el flujo de su paĆs natal, Argentina, ha muerto.Ā
Maradona sufriĆ³ un infarto en Tigre, Buenos Aires, luego de ser sometido a una cirugĆa para extirpar un coĆ”gulo de sangre de su cerebro a principios de este mes, segĆŗn el diario ClarĆn.
Maradona llevĆ³ a Argentina a la Copa del Mundo de 1986 y ganĆ³ campeonatos de liga en Italia y en casa, lo que le otorgĆ³ el tipo de estatus icĆ³nico normalmente reservado para los hĆ©roes de guerra. Su destreza anotadora y su talento para derrotar a oponentes pasados āālo llevaron al salĆ³n de la fama del fĆŗtbol, āāpero luchĆ³ para hacer frente a la adulaciĆ³n y sus batallas con la adicciĆ³n se convirtieron en noticias globales regulares.
āEl mejor de la suerte, no hay dudaā de Brasil Zico, un titĆ”n del deporte en su propio derecho, dijo en 2005. āVi a Maradona hacer las cosas que Dios mismo serĆa duda fuera posible.ā
DespuĆ©s de retirarse, Maradona desarrollĆ³ problemas cardĆacos causados āāpor la adicciĆ³n a la cocaĆna, y soportĆ³ cambios bruscos de peso y estado fĆsico que parecĆan reflejar sus actitudes de vida o muerte hacia el fĆŗtbol y la vida.
“Soy negro o blanco”, dijo Maradona en 2009. “Nunca serĆ© gris”.
Chico de oro’
El “niƱo de oro” de Argentina es mejor recordado por los dos goles que sacaron a Inglaterra del Mundial de 1986.Ā Los cuartos de final en la Ciudad de MĆ©xico se esperaban con entusiasmo, justo cuatro aƱos despuĆ©s de la Guerra de las Malvinas entre el Reino Unido y Argentina.Ā Maradona se asegurĆ³ de que fuera un juego que pocos olvidaran.
A los seis minutos del segundo tiempo, Steve Hodge de Inglaterra fallĆ³ un despeje, enviando el balĆ³n alto a su propia Ć”rea de penalti. Maradona, de 5 pies 5 pies, saltĆ³ por encima del portero de Inglaterra de 6 pies Peter Shilton mientras intentaba despejar el balĆ³n con un puƱetazo.
Las repeticiones mostraron que Maradona golpeĆ³ con el puƱo, en lugar de cabecear, el balĆ³n en la red, una falta que el Ć”rbitro fallĆ³. El argentino No. 10 dedicĆ³ el gol a la āmano de Diosā.
Gol del siglo
Si bien ese gol se ha convertido en uno de los mĆ”s infames en la historia del fĆŗtbol, āāel segundo de Maradona en el juego fue votado como el mejor del siglo XX en una votaciĆ³n de 2002 realizada por la FIFA , el organismo rector del deporte.
DespuĆ©s de recibir un pase dentro de su propia mitad, Maradona driblĆ³ a toda velocidad pasando a cuatro jugadores de Inglaterra, se balanceĆ³ alrededor de Shilton y rodĆ³ el balĆ³n hacia la red desde un Ć”ngulo cerrado justo cuando el defensor Terry Fenwick se deslizaba para abordarlo.
La tendencia de toda la vida de Maradona a entrelazar la brillantez con la controversia fue encapsulada por los goles, marcados con solo cinco minutos de diferencia.
La emociĆ³n con que el locutor local VĆctor Hugo Morales llamĆ³ al segundo gol estĆ” grabada en la memoria nacional. “ĀæDe quĆ© planeta vienes?” Ć©l gritĆ³. Luego, mientras se quedaba sin aliento: “Gracias a Dios, por el fĆŗtbol, āāpor Maradona”.
Argentina ganĆ³ 2-1 y Maradona, su capitĆ”n, pasĆ³ a levantar la Copa del Mundo despuĆ©s de una victoria por 3-2 sobre Alemania Occidental en la final.
Cuatro aƱos despuĆ©s, Maradona guiĆ³ a la selecciĆ³n nacional a otra final contra los alemanes, pero esta vez perdieron 1-0. El tĆtulo de 1986 es la Ćŗltima vez que Argentina, loca por el fĆŗtbol, āācelebrĆ³ ser campeona del mundo a pesar de seguir siendo un caldo de cultivo para jugadores ofensivos virtuosos, incluido Lionel Messi. La nostalgia hizo crecer la leyenda de Maradona.
Buenos Aires
Nacido el 30 de octubre de 1960, el talento sobrenatural de Diego Armando Maradona se notĆ³ cuando tenĆa solo ocho aƱos en los campos duros de Villa Fiorito, un barrio pobre de Buenos Aires. Las imĆ”genes de video en color sepia de Maradona cuando era un niƱo haciendo malabares con una pelota de fĆŗtbol dan fe de la facilidad con la que se dedicĆ³ a este deporte, y alimentĆ³ su genio jugando con amigos en la noche.
El entrenador Francisco Cornejo fue el primero en detectar el potencial de Maradona, fichĆ”ndolo para el equipo juvenil de Argentinos Juniors, que llevĆ³ a una racha invicta de 136 juegos.
Maradona debutĆ³ en la mĆ”xima categorĆa del paĆs en 1976, 10 dĆas antes de cumplir 16 aƱos, y fue el mĆ”ximo goleador de la liga durante tres temporadas consecutivas desde 1978. Pero debido a su juventud, Cesar Luis Menotti, el tĆ©cnico argentino en ese momento, se fue Maradona fuera de la lista de la Copa del Mundo de 1978. En 1981 se mudĆ³ a los gigantes de Boca Juniors, ayudĆ”ndolos a ganar el campeonato de liga.
TĆtulos italianos
Maradona iniciĆ³ una racha de 11 aƱos en Europa en 1982, primero con el Barcelona, āādonde pronto llegarĆa Menotti, y luego con el NĆ”poles.Ā Al hacerlo, fue un pionero,Ā abriendoĀ las puertas al lucrativo negocio de mover jĆ³venes estrellas sudamericanas a travĆ©s del AtlĆ”ntico.Ā Barcelona y Napoli pagaron tarifas de rĆ©cord mundial para ficharlo
En ocho aƱos en el NĆ”poles, Maradona llevĆ³ al equipo a sus dos Ćŗnicos tĆtulos italianos y su Ćŗnica medalla de plata continental, la Copa de la UEFA. El equipo no ha ganado ninguna competencia desde entonces. Los fanĆ”ticos en NĆ”poles, no acostumbrados a tal Ć©xito, elevaron a Maradona al estado de semidiĆ³s.
Y fue su tiempo allĆ, al menos para sus seguidores, lo que ayuda a colocar a Maradona por encima del prodigio moderno Messi en el podio de los grandes del fĆŗtbol. Mientras que Maradona arrojĆ³ un lado mediocre a la gloria, Messi siempre ha operado con relativa comodidad, acompaƱado de otros jugadores estrella del Barcelona. AĆŗn asĆ, el debate Maradona-Messi, dividido en gran parte por lĆneas generacionales, continĆŗa.
Del mismo modo, aquellos que argumentan que Maradona era mejor que PelĆ©, el legendario delantero brasileƱo, a menudo giran su argumento sobre la inexĆ³tica carrera de PelĆ© en el club: jugĆ³ casi en su totalidad para el Santos, en Brasil, y solo se mudĆ³ brevemente al Cosmos de Nueva York cuando pasĆ³ su mejor momento. .
Volver a casa
TambiĆ©n fue en Napoli donde se expusieron las pruebas de Maradona con la gestiĆ³n de la fama y la adulaciĆ³n.Ā Se volviĆ³ adicto a la cocaĆna y despuĆ©s de una prohibiciĆ³n de 15 meses por consumir la droga, se fue a Sevilla en EspaƱa en 1992.
Un aƱo despuĆ©s, Maradona regresĆ³ a Argentina con Newell’s Old Boys, aunque la controversia continuĆ³ rodeĆ”ndolo. RecibiĆ³ otra suspensiĆ³n de 15 meses por usar efedrina en la Copa del Mundo de 1994. Y solo unos meses antes, disparĆ³ con un rifle de aire a los reporteros afuera de su casa en Buenos Aires, un crimen por el cual finalmente recibiĆ³ una sentencia de cĆ”rcel suspendida. TerminĆ³ su carrera profesional de 679 partidos, que incluyĆ³ 346 goles de clubes e internacionales, en 1997 despuĆ©s de una segunda temporada en su amado Boca.
Blues de jubilaciĆ³n
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Los giros de Maradona continuaron hasta bien entrada su retiro del juego. Y, en muchos sentidos, los altibajos extremos de quizĆ”s el hijo mĆ”s famoso de Argentina encarnan las tribulaciones de la naciĆ³n misma: un auge en la dĆ©cada de 1990, despuĆ©s del regreso a la democracia, implosionĆ³ espectacularmente a principios de siglo; Luego, Argentina se subiĆ³ a la ola de un repunte de las materias primas a principios de la dĆ©cada de 2000, pero tropezĆ³ nuevamente cuando los partidos en ambos extremos del espectro polĆtico cambiaron entre polĆticas intervencionistas y orientadas al mercado.
El propio Maradona era un polĆtico romĆ”ntico. Se tatuĆ³ en el brazo una imagen del Che Guevara, el argentino que codirigiĆ³ la RevoluciĆ³n Cubana; apoyĆ³ con vehemencia al gobierno socialista de Venezuela; y se aliĆ³ con los lĆderes izquierdistas del movimiento peronista argentino.
De hecho, fue Fidel Castro, quien tambiĆ©n estaba tatuado en la pierna de Maradona, quien una vez intervino para salvarlo de la adicciĆ³n a la cocaĆna durante varios aƱos de rehabilitaciĆ³n en Cuba. AĆŗn asĆ, la adicciĆ³n nunca estuvo lejos. El peso de Maradona se dispararĆa, causĆ”ndole problemas cardĆacos y respiratorios, mientras se atragantaba con comida, drogas, alcohol y cigarros.
En 2004, Maradona fue colocado en un respirador en cuidados intensivos en una clĆnica de Buenos Aires. Y despuĆ©s de alcanzar los 121 kilogramos (267 libras), su peso de juego era de 73 kilos, al aƱo siguiente le hicieron engrapar el estĆ³mago en Colombia. En 2007, fue tratado en el hospital por abuso de alcohol.
TambiĆ©n hubo algunas dificultades financieras. Maradona luchĆ³ con los tribunales en Italia por una factura de impuestos impaga de 37 millones de euros (unos 44 millones de dĆ³lares) de sus aƱos en Napoli, y la policĆa se apoderĆ³ de sus joyas cuando viajĆ³ allĆ a fines de la dĆ©cada de 2000.
Entrenador de Argentina
A pesar de sus batallas por la salud y el dinero, por poco tiempo Maradona condujo un programa de televisiĆ³n en el que participaron Castro y PelĆ© y luego forjĆ³ una carrera, aunque indiferente, como entrenador.
Con Maradona a cargo, la selecciĆ³n de Argentina acaba de escabullirse un puesto de clasificaciĆ³n automĆ”tica para la Copa del Mundo de 2010. El equipo fue eliminado del torneo propiamente dicho en los cuartos de final por el antiguo rival de Maradona, Alemania.
Maradona luego habrĆa pasado como tĆ©cnico en los Emiratos Ćrabes Unidos y MĆ©xico antes de regresar a Argentina con Gimnasia y Esgrima La Plata. AsumiĆ³ el cargo en septiembre de 2019, pero para entonces su historial de problemas de salud y adicciĆ³n habĆa cobrado un gran precio.
Sin embargo, sus defectos y tragedias personales nunca diluyeron su popularidad. En todo caso, lo fortalecieron.
En 2000, cuando los funcionarios de la FIFA eligieron a PelĆ© como el mejor jugador de la historia, Maradona fue la elecciĆ³n clara de la gente y el premio fue compartido. Los homenajes han llegado en forma de canciones pop de artistas como el mĆŗsico franco-espaƱol Manu Chau e incluso una iglesia āmaradonianaā con sede en la ciudad argentina de Rosario.
A Maradona le sobreviven las hijas Dalma y Gianinna de su ex esposa, Claudia Villafane. TambiƩn ha reconocido al menos a tres hijos de otras relaciones.