5 lecciones después de la estafa del Token del “Juego del Calamar”

5 lecciones después de la estafa del Token del “Juego del Calamar”

(Bolsamania) 5 lecciones después de la estafa del Token del “Juego del Calamar”. Más de tres millones de dólares de inversores en el espacio de las criptomonedas se han esfumado en lo que parece ser la enésima estafa de las ‘criptos’. En esta ocasión, el anzuelo no ha sido otro que la popular serie de Netflix ‘El juego del calamar’ y el objeto del timo conocido como ‘rug pull’ (tirar de la alfombra) -por el que los desarrolladores desaparecen con todas las inversiones-, un token bajo el nombre SQUID, que prometía acceso a un juego online inspirado en el show televisivo.

En tan solo una semana, desde su lanzamiento el 26 de octubre, llegó a catapultarse un 230.000% hasta alcanzar los 2,86180 dólares el 1 de noviembre. De la nada y aún más rápido de lo que subió, se desplomó abruptamente a 0, o 0,003161 dólares, para ser precisos. Debutó con un precio de 0,01 dólares, por lo que los inversores perdieron todo el capital depositado en el token, unos 3 millones de dólares, según estimaciones de mercado.

No es el único caso, ni mucho menos, de proyectos basados en el criptoverso o en las finanzas descentralizadas que se esfuman. El informe de 2020 de Chainanalysis sobre crimen en el universo cripto, refleja que las estafas constituyeron la mayor parte de todos los delitos relacionados con las criptomonedas, con un 54% de la actividad ilícita, lo que representa aproximadamente 2.600 millones de dólares en criptodivisas recibidas. En 2021, según Crypto Head, entre hackeos y fraudes, se han sustraído unos 3.000 millones de dólares.

Los expertos insisten en que la formación es clave a la hora de invertir en mercados financieros y también concentrar nuestro interés en el top 10 de monedas por capitalización de mercado. Si aún así se quiere diversificar la cartera en otros tokens, estas son algunas conclusiones del caso SQUID sobre las criptomonedas y las potenciales estafas, según Neil Wilson, analista de Markets.com.

1. Si “parece, se siente y huele como una estafa”, probablemente lo es.

En el caso de SQUID, “aparte de la página web de aspecto muy dudoso y la ausencia de afiliación a Netflix, además de un respaldo inventado de Elon Musk, el hecho de que no pudieras vender los tokens que habías comprado a la empresa era una señal bastante importante de que algo iba mal”, relata el experto.

2. Comprender aquello en lo que se invierte.

“Mucha gente invierte en cosas que no entiende realmente. Pueden saber un poco, o mucho, o nada en absoluto. Este es el caso de la mayoría de las acciones y de la mayoría de los inversores minoristas”, explica Wilson. “Por lo general, es una buena idea saber al menos un poco sobre aquello en lo que se invierte. Y generalmente es una mala idea invertir en algo de lo que no sabemos nada pero de lo que hemos oído hablar bien”.

3. Entender qué obtenemos a cambio de nuestra inversión.

Distingue el experto entre saber de qué va el proyecto en que depositamos nuestro capital y saber exactamente qué estamos comprando. “Sé lo que obtengo cuando compro acciones de una empresa que cotiza en bolsa. Obtengo un porcentaje de la empresa y saco el flujo de caja futuro”. En el caso de las criptomonedas, puntualiza, “a veces no es tan fácil saber lo que se está adquiriendo: si es una moneda, si es parte de una red, si es un token para jugar, etc.”.

4. Fiarnos de aquellos proyectos con mayor infraestructura y más mayoritarios. 

Cuando una empresa sale a bolsa hay que presentar documentos de registro, auditorías y cuentas. Hay un armazón claro para que los inversores puedan decidir si quieren invertir su dinero. En el caso de las criptomonedas, parece que basta con un sitio web plagado de errores y un libro blanco dudoso. “Se va a producir una mayor regulación, pero siempre habrá lagunas; al fin y al cabo, se supone que está descentralizado”, lamenta el experto de Markets.com.

5. “Incluso si crees que has dado con un ganador, hay otras formas en las que te puede resultar difícil saber en qué estás invirtiendo”, enfatiza Wilson.

‘Bloomberg’ señala que una búsqueda de “Floki” en CoinGecko produjo Floki Inu, Floki Musk, Shiba Floki, Baby Moon Floki, FlokiSwap y FlokiMooni”.

Concluye el experto que “las monedas falsas pueden lucir y llegar a valer mucho más que los proyectos reales y serios de DeFi construidos con años de investigación adecuada, lo cual es una locura”. “¿Quién es el siguiente? Algunos apuntan a algo como Shiba Inu, el autodeclarado asesino de Doge tuvo un tremendo octubre, subiendo más del 700% en el mes”, añade. “Los Memecoins son ahora un problema. E incluso si no es una estafa, todos sabemos que cualquier cripto puede caer tan rápido como subir”, concluye Wilson.

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